Son tus ojos oscuros
tan iguales a la noche,
que me hicieron al mirarte
vibrar en mil reproches...
Reproches que me hago
por no haberte amado antes,
pues hubiera querido
mucho antes, abrazarte...
adorarte a mi manera,
sencilla y abundante,
tal vez mi forma de amarte,
para ti, no sea bastante.
En la sombra ha quedado
mi llanto derramado,
lágrimas que en el pasado
a tu recuerdo he brindado.
es cierto... mucho lloré
el día de tu partida,
muy pequeña fue la herida
que pertenece al ayer.
hoy se diluye tu ausencia,
en el hablar de tus ojos,
y revive tu presencia...
un montón de sueños rotos.