En este andén, hace ya algún tiempo,
despedí, quién sabe hasta cuando,
a mi cielo, cariño y tesoro. A Elba.
Que buscaba horizontes renovados,
dejando atrás lo que siempre mantuve como hogar.
Firme se pronunció en su querer, pero cuando
alzó el brazo y saludando me decía adiós,
su ilusión se entremezcló con el miedo a marchar
Hace falta ser muy valiente para elevar el vuelo
y también muy fuerte para despedir la retirada.
Dos corazones que se alejan en la distancia
a la vez que marcha el tren y que están unidos por
un hilo de esperanza, en el que circula un torrente
de cariño a expedir en tierra lejana
Ahora solo sé levantar la mano y decir adiós,
inmune a los sentimientos, paralizado sin poder avanzar
y con el único camino de retroceso al perderte
en un punto distante.
Yo solo, abatido, con una vida que recordar
Tú ansiosa, libre, con un futuro que reconocer
Ahora te deseo lo mejor. Tendrás mi apoyo en todo momento
y recorre mis pasos cuando vengas a verme,
me encontrarás fácilmente.
Al coincidir en un futuro, tanto sentimiento contenido
se transformará en un beso y un fuerte abrazo.
Me alegro mucho de verte.
Mi amor todo para ti.