Mirandome en el espejo,
cierto dia me pregunté,
¿ que esperaba de la vida ?
Me contesté que .¡ No se !
Me reclamé por ser flojo,
Me contesté.¿ y eso que ?
-¡ Asi no lograrás nada !
Y eso que te importa ¿ o que ?
Miré que estaba violento,
y me traté de calmar.
Dije en tono mas sereno:
¡ Tranquilo.Vamos a hablar !
Me contesté : ¡ Ando bien crudo !
ahorita no me des lata.
-¡ Caramba , es que tu te pasas,
mete que mete la pata !
Es mi obligación decirte,
cuando en algo estás fallando.
-¡ Ya pareces mi abuelita !
-Mira .No me estes fregando.
Eso me encendió de rabia,
¡ Que me doy un descontón !
Contraataqué un cabezazo,
y un gancho a medio riñon.
Quise darme un golpe bajo,
pero me lo adiviné.
Conosco todas mis mañas,
y de un salto lo esquivé.
Yo quise calmar la bronca,
pero me volví a pegar,
ni modo de que me deje
me tuve que contestar.
Asi forcejeando un rato,
el cansancio me venció.
Por fin tirado en el suelo,
me dije : ¿ ya estuvo no ? No contesté y que me salgo
para curarme la cruda.
Pero en mi mente confusa,
todavia tenía la duda.
¿ Tendré razón al decirme,
tan fuertemente estas cosas ?
-¡ Pos a webo que la tengo !
¡ Tu callate ! ¿ que te importa ?
Debí aceptar resignado,
que no podría hablar conmigo.
Desde entonces ya no me hablo,
ni siquiera como amigo.
Mi intención era muy buena,
ustedes fueron testigos.