Sentada, en el borde de una luna!..
Ensimismada y mirando hacia abajo
En su brillo, velando atrajo de ti una seña
En un atajo..
Con frio casi dormido, pediste un deseo, en el suelo desparramé, mi fe
Encontrándote!..
Hoy tus ojos de moro!..
Iluminan la campiña de la noche
Un arrullo y tus manos tendidas
Engolosinan a las mías!.. y me acaricias!..
Preparándote para el duelo, que espero…
Cuando se enciendan las luces en las estrellas!..
Descubriré mi pelo, que al viento llevo…
Dibujaras mi silueta a contraluz, mientras la noche se extiende
Y como en una pendiente, sentado en el borde de la luna, rodaras, hacia mi!..
Tu boca abierta, tu cuerpo ardiendo!..Y me amaras!..
Mientras despierto de este!.. mi sueño!..
María Verónica García