Un mundo de ideas
Se agolpó a mi imaginación,
La profunda oscuridad
De aquellos lugares
Entre la noche naciente
Y la melancolía débil del espíritu.
Eché el pie a tierra
Comencé a buscar en el fondo
De mi memoria
Aquellos abrazos de niño,
Aquellos dibujos
Que tenían formade recuerdo,
Aquellos ligeros apuntes
Que extrañaban a un guión de novela.
Conduje por el tortuoso sendero,
Con mis compañeros de viaje,
Mi escuálida cabalgadura
Mira asombrada
Mitad asombro,
Mitad cólera,
Sin cejar en el empeño
De alejarme por el mundo
Entre las dos fronteras;
La verdad, permanecía silenciosa.
La locura, escuchaba los silbidos
De estrellas invisibles.
Vecinos murmurando
Disparatando dos ideas
Que mi diablo rechazaba.
Monté apeando el dolor
Que ardía y proyectaba
Largas sombras, gigantescas
Como llamas rojas y azules
A lo largo de un grueso tronco.
Tomaban formas de hogueras,
Se manifestaban, murmuraban,
Y allí estaban,cabalgando
Por una fina luz invisible
Y los vecinos acechando,
Bailando alrededor del fuego,
Con vasos llenos de vino.
Y de repente; al filo de un peñasco,
Alentado por el aire frío,
Desperté en la orilla
De las vanidades,
Entre el holocausto
Y el ocaso,
En ese respiro hondo
Que no termina de salir con su cántaro,
Con voz hueca y ojos llorones;
En las eternas veladas del invierno,
Me encontré con unapolvorienta guerra.
Con tambores de aventureros
Desalmados y perdidos
En un mismo pueblo,
Conquistando la razón
En las mil formas del delirio,
Creando sinfonías de la imaginación.
Tres flechas revelan tantos secretos,
Tanta elocuencia a los ojos
De la infinita locura;
Afinidad entre las ideas
Y el macizo muro
Existente entre este mundo
Y la civilización.
Debajo de la bóveda
Y enclavado en el muro,
Tres flechas con su marco dorado
Achatado y oscuro
En el cual crece la hiedra
Agitada por el aire
Dándole un tinte misterioso
A ambos lados de la vista.
El palacio en el que reino
Convertido en corral,
Es la casa de un alfaquí
Construida estrecha y deforme
Y siempre con revueltas,
Maniquíes forjados con armaduras
De fino cobre y soldadas
En el blanco,
Corretean en cortas distancias
Sujetando el arrugado rostro
De una antigua vieja
Curiosa de ojos negros
Y por casualidad viajera
De mis mismos caminos;
Tres flechas divisan dos mundos,
Mientras tanto , mis ojos , mis manos, mi cuerpo
Permanecendentro,
Mi imaginación dibuja pueblos
Lejos del murmullo,
Allá donde el aire se respira
Y el agua brilla.