Miedo a la vida, miedo a amar y miedo
angustia existencial, loca locura
siembran la pena, pena que perdura
mientras que me repita: "ya no puedo"
No puedo más. Mejor aquí me quedo.
No doy un paso más. Es insegura
la dicha y es un sueño la ventura
y entre la duda más y más me enredo.
¡Pobre mortal enfermo, sin bandera,
sin la luz de la fe, sin Patria y nombre
con la herida letal que hiere al hombre...!
Levanta el corazón que Dios te espera.
Ama, razona, sirve, canta y ora.
Deja a tu alma sentir que Dios la adora.
Heriberto Bravo Bravo SS.CC