Al revivir recuerdos ya distantes,
escribo pero no estoy en acecho,
se deprender suspiro de mi pecho
pues amé de maneras deferentes.
Ahora ni yo pinto mi apariencia,
el invierno ya esta en la ventana,
la lujuria desmedida está lejana,
ya no me entrego con vehemencia.
En algún tiempo fui huracán colosal,
hasta el altar de mi amor destruía,
también la rosa con espina me huía,
cuando en mí azotaba el vendaval.
En le recuerdo una lágrima de amor
atraviesa, mi tiempo junta el dolor.
Autor: Alcibíades Noceda Medina