I PROEMIO (VIVACE).-
En la granja CARIDAD se respiran aires de rebelión.
Los pobres animales se reúnen en corrillos
donde se rebuzna, cacarea, gruñe y pía
en desusado tono preñado de desconfianza;
los animales cabecillas, altaneros, avivan el descontento,
ante el hecho singular de que bajen la ración,
a la vez que aumenten los guardianes,
y se sacrifique mas a menudo a los mejores.
ACTO Iº (ASSAI).
La subversión lentamente prospera; se agitan los corrales,
incluido el alienado caballo y los perros ovejeros,
se quejan con decisión, aportando nuevos argumentos,
firmanse manifiestos a dos y cuatro patas,
se nombran comités, delegados, juntas.
ACTOIIº (MAESTOSO).
El día de la lucha ha llegado ya,
a toque de gallo se levantan y reunen,
sobre el caballo y el buey van las aves,
a su lado van las ovejas, cabras, y conejos en formación,
en retaguardia, cierran la marcha los cerdos;
encabezando el cortejo van los elegidos:
el toro semental, el cerdo más viejo, un gallo negro;
con ellos un perro, una cabra y el loro. ACTO Iº. Cuadro Iº (ALLEGRO).
Les sale al paso el patrón, junto a él:
el capataz y el odiado castrador.
El error animal se produce al dejarlos hablar,
en lugar de hacer lo pactado:
ocupar la granja, expulsar el amo, asaltar el granero.
Se enternecen al oír las bondades del dueño:
la granja és una cooperativa humano-animal,
todo el beneficio se invierte en cosas útiles al ganado.
Se gasta el máximo en pastos y forrajes,
pese al aumento de precios de piensos y granos,
se mata solo a animales incurables o viejos,
la castración mejora la raza y el nivel de vida.
ACTO Iº-iiº CUADRO (ALLEGRO MAS NON TROPPO).
Enternecidos están ya los animales;
el loro, con medio pico de oro, llora y cabecea;
el cerdo viejo, gruñe cada vez más quedo;
el perro vuelve a estar a los pies de su amo;
la cabra ha ido a ocultarse entre los cerdos.
Finalmente las aves han caído de su sitial
al intentar apludir pierden pata y alguna pluma.
IV CODA PATÉTICA.
La guerra no comenzada se acabó,
la tranquilidad y el silencio reinan,
la existencia ha seguido igual, feliz,
porque la memória animal és frágil.
El ganado no recuerda las raciones de ayer,
ni si nunca existió un gallo negro o un toro,
ni de las muertes las desapariciones y la privación diária que borra a otras.
REQUIEM EN DO MENOR CON DISCULPAS A ORWELL.
.CARMINA.
.4/6/1984-.