Al referirnos al tema,
“ la causa de mi desvelo”,
pensamos en un poema
dedicado a un hombrezuelo.
Hoy puedo yo demostrarles
que puede haber otra cosa,
por eso voy a contarles,
que fue por ser amistosa.
Las horas fueron pasando,
y llegó el nuevo día,
seguía yo conversando,
y sin querer me perdía,
varias horitas de sueño,
mas, sin embargo aprendía,
poniendo un poco de empeño,
cosas que desconocía.
Mis amigas gentilmente,
me aclararon muchas dudas
siendo a veces reticentes,
para no ser tan agudas.
Así fue que nuestra charla,
extendida largamente,
siempre voy a recordarla,
por haber sido atrayente.
® Susana Valenzuela 31-08-09
¿Donde estas que ya no escribes? ¡ dinos que ha sido de ti!, es quizas que no pecibes el vacio que hay aqui.