Cuando te sobre un poco de tristeza
y esté tu corazón hecho pedazos,
vente conmigo que abriré mis brazos
y adornaré de rosas tu cabeza.
Me hace llorar tu llanto, me conmueve
y yo no quiero, no, que estés sufriendo.
En tus ojos el llanto va luciendo
como un gran arco-iris cuando llueve.
Yo partiré contigo mi alegría
y te daré razones para amarte.
Conmigo tú serás como María
aquella que escogió la mejor parte.
Si tienes miedo, ven. Yo te sostengo,
te alentaré con mi valor probado.
Siempre estaré contigo y a tu lado
y entenderás porqué yo no lo tengo.
Si te llegaras a sentir valiente,
vente conmigo, lucharemos juntos
pues no está bien andar como difuntos
en medio de la vida y de la gente.
Y cuando en nadie ya ni en nada creas,
piensa si acaso tú también te engañas.
Yo te daré la fe que tú deseas
y moveremos juntos las montañas.
Si me ofendieras y si desconfías
de mí porque te sientes ignorada,
cuenta con mi perdón. No digas nada...
reza si quieres tres Aves Marías.
Heriberto Bravo Bravo SS.CC