" La paz de mis días inventas de la nada
de un susurro tan solo el escucharte,
la imagen de princesa, en una sola mirada
tu voz y tu retoño, mis luchas por mirarte.
La historia de este amor sano y veleidoso
un pequeño barco que surca mis estelas,
unas pupilas que sinuosas en tus ojos
enciende la belleza, aunque no lo creas.
La inmensa lozanía de tu piel que entibia
el frío inmenso que recorre mi sendero,
la rosa fresca que te ama y envidia
cada vez que en mis silencios te espero.
El furor eterno que derrama aromas
sobre los mansos y perpetuos mundos,
y tu voz, caricia dulce con un mismo idioma,
posando en mi pecho este amor profundo.