Te deseo un feliz día,
y todo el resto de tu vida
que encuentres tu gran amor,
aunque sea de fantasía.
No tienes que ir a otros mundos,
tal vez, no sea necesario
solo escucha sin oídos,
lo que dice el corazón.
Un buen pescador no tira
varias líneas a la vez,
no debe correr el riesgo
de que escape el mejor pez.
Se afana en mirar atento
las señales de su caña,
para jalar al momento,
sin usar otra artimaña.
Al final de día tendrás
serenidad y conciencia,
mas toda la inteligencia,
que el Señor te otorgará
para poder encontrar
la mujer que te amará.