A MI AMADO PADRE

Noble, bueno, sencillo, amoroso tierno, caballeroso, me quedo corta para describirte siento que las cualidades son pocas para hablar de tí.
Recuerdo poco y mucho a la vez mi mente era aun de 10 solo estaba en mi niñez, hoy cierro mis ojos y puedo sentirte con tus gigantescas manos cargandome entre tus piernas durmiendome como a su bebe.
Padre te amé y te sigo amando como se ama un enternecido ruiseñor dormido, te amé como a nadié amaré.
Fué una mañana de noviembre cuando te ví partir y nunca más volver me preguntaba en aquel momento porque? porque?.
Sentí que tu muerte fué también la misma muerte mía, porque amé a mi padre con amor ardiente y solo hasta hoy me doy cuenta que Dios celoso me lo quito.