Pretendo ser yo y sentirte en mi latido,
quiero tu caricia, tu amor como abrigo
por estima, no porque soy mendigo
y que existencia rota, quede al olvido.
El tiempo pasa y, yo me siento crecer
y tú acompañas a la luz de mi alegría,
en mí eres la relevante fantasía
color vivo, que el jardín hace florecer.
Incluido soy en tu mundo de libertad,
en amor me transmites tanta verdad
con horas felices llenas de gracias.
Siendo yo mismo me llevas a tu cielo,
siendo yo labriego me elevé del suelo
pues, tú con miel de tu labios me sacias.
Autor: Alcibíades Noceda Medina