Cuando un niño corre,
es mirar la nostalgia suspendida,
es mirar una risa,
es mirar la inocencia compartida,
sin maldad y sin mordazas.
Cuando un niño ríe,
es escuchar un verso de Neruda,
ver el mundo con un cielo limpio,
y pensar que mañana
no abra noticias con maldad.
Cuando un niño canta,
es escuchar el cielo,
ver el océano y sus misterios
!cuanta belleza!
todo dentro de un alma,
un cuerpo diminuto,
una sonrisa angelical.
Cuando un niño llora,
es la tristeza golpeando la puerta,
el silencio batiendo la espada
y una ráfaga de sufrimiento
pasando por mi hogar.
Cuando un niño juega,
es ver toda la creatividad
en un metro de altura,
la imaginación de diez inventores
y toda una guerra con armas
de ficcion.
Cuando un niño duerme…
es ver la inocencia descansando,
el universo soñando
en que mañana…
un día sin nubes resplandecerá
y a un mundo de juegos…
le esperara.