Condena que licua los sentimientos,
a un vació interno,
y lleva a la mente a una burbuja de ignorancia,
en el cual se olvida el destino.
Como mendigo se consume las sobras de este mundo salvaje,
y en los actos mas bajos del ser humano,
se toman jubilosamente,
para replegar al cuerpo a unos siniestros
de atropellos del egoísta y el avaro.
Esta condena del alma tiene su entrada pero no su salida,
mas conlleva a la perdida de los sueños,
que estaban presente en el principio de la vida,
y cuelen hasta la mas maravillosa existencia.
Mas se señala miles caminos de salida a esta ironía,
pero solo se sabe que existe uno para lograrlo,
la cuestión es cuando tomarlo.
eandrebraun poeta copyright©