Ruido en la cocina,
ruido en la calle,
ruido en la tele de canal en canal,
ruido en mi cabeza,
¿Por qué no calla el mundo?
Palabras vacías se agolpan en mi conducto auditivo,
no tengo ganas de escuchar,
hoy no,
no es que esté de mal humor,
no es que esté enfadado,
no es que esté triste,
simplemente no quiero oír.
Motores,
gente que se saluda,
historias destinadas al olvido,
pajaros que cantan,
música buena
y mala música,
millones de sonidos,
una moneda que cae,
un niño que llora. . .
nada le importa hoy a mi oído.
¿Sabes lo que quiero?
¿Lo único que querría ahora,
en este instante?
Estar contigo en silencio en la cama guapa,
y decirle a ese tal Dios
que pulse el botón que pone off
aunque sea por unas horas.