AÑORANDO

De pronto me encontré junto a ella,

La mujer más hermosa, la más bella,

Llena de gloria, de fama y de belleza,

Y yo sin orgullo, sin valor y sin nobleza,

Sin palabras bonitas para expresarle,

La amo…fue lo que me nació del alma,

Ella me volvió a mirar sin agudeza,

Llevaba días soñándola,

Y tenerla así de cerquita…

Me sorprendió de forma tremenda.

La conocí desde muy niña,

Fuimos amigos de infancia,

Jugábamos en su estancia,

Compartimos muy bellos momentos,

Y siendo muchacha me regalo sus besos,

Me prometió amarnos y querernos…

Estar juntos para siempre.

Un día ella marchó sin un adiós,

Se fue para la gran ciudad,

Y en ese mundo la perdí,

Yo lloré lágrimas vivas… y sufrí.

Volvió un día de calma y serenidad,

Bella, radiante, una diosa de humanidad.

¿Qué me dijiste? – preguntó ella sorprendida,

Y yo tartamudo, flaco y tembloroso,

Volví a insistir con la misma palabra,

La amo…le dije mirándola a los ojos,

Sonrió, bajó la mirada y calló

Quizás me recordaba….

Ya no somos niños…me dijo con sutileza,

Y besó mis mejillas.

autor: Necho Vargas