Cada día, es siempre otro principio,
la oportunidad de enmendar nuestros errores
para aprender sobre nosotros mismos,
para cumplir con nuestros compromisos.
Cada mañana, se renueva la esperanza,
para ser más de lo que siempre habíamos sido,
buscar el triunfo, reforzar los esfuerzos,
para cuidar lo que hasta hoy, hemos tenido.
Cada minuto, se goza de la vida,
si hubo traición, no dejes que te hiera;
la ingratitud, que ya no te lastime;
la incomprensión, por favor déjala fuera.
Por un segundo, regala tu sonrisa,
escucha el canto, guardándolo en el alma,
respira el aire, disfruta de la brisa,
y no lo olvides:
Por Dios, Vive sin prisa!