Por un segundo, solo por un segundo,
Mi corazón dejó de latir,
Parece absurdo, quizás es absurdo,
Pensar que sin ti podría morir.
Pero no entiendo, no, no lo entiendo,
Casi me muero sin tu calor,
Sigo fingiendo, si, sigo fingiendo,
Que no necesito tu inmenso amor.
Por un instante, solo un instante,
Pensé que te podría olvidar,
Quise engañarme, quiero engañarme,
Que sin ti también se puede amar.
Pero oscurece, otra vez oscurece,
Y vuelvo a sentir la soledad,
Y no apareces, tú no apareces,
Mi alma te comienza a extrañar.
Fuiste mi vida, eres mi vida,
Y mi muerte también un día serás,
Pues la melancolía, esta melancolía,
Se transformó en mi enfermedad.
Por un segundo, solo por un segundo,
Mi corazón dejó de latir,
No es absurdo, supe que no es absurdo,
De amor también se puede morir. Pablo Berkell