Levanto mis ojos hacia ti para decirte, Gracias padre de bondad y misericordia porque vivo y
respiro.
Has sido mi medico, mi consejero, mi mejor amigo el màs leal pero hay veces que no te veo, no te siento porque me alejo de ti, de tu inmensa dulzura.
La mayoria de las veces nos acordamos de ti cuando en la dificultad nos encontramos,
pero estas ahì cerquita, hablandonos al oido sutilmente diciendonos:
Hijo no me he olvidado de ti, es que no me has querido ver, cada vez que contemplas la luz del dìa allì estoy, cuando miras las estrellas y la luna tambièn estoy.
En las gotas de rocìo que acarician tu piel estoy tambièn, en tus làgrimas, sufrimientos, adversidades, en el beso de tu ser querido, en
el agua que bebes, el aire que respiras, en toda la naturaleza que hice para ti tambièn estoy.
Pero quiero estar siempre en lo màs profundo de tu corazòn para que solo destiles un infinito amor, asì como el que te doy.
YOLITA
28/09/2009
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