El planeta vomitó fuego, y se oscureció el cielo,
el día se hizo noche y la noche se hizo día,
Entre terremotos, maremotos y lava,
entre olas, nieblas y vapores de agua salada,
con el flujo de sus entrañas, con dolor de su cuerpo.
de su alma, desgarrada .
la Tierra como madre parturienta,
entre sollozos y lagrimas, entre truenos y relámpagos
nacían mis Islas Canarias.
Después la calma.
Acunadas en el Atlántico. siete islas se dormían,
orgullo de la madre Tierra, que en el regazo de su pecho Atlántico. en sus olas las mecía.
El Sol, la luna y las estrellas, les regalaron a ellas
besos de flores y palmas, la belleza y el sosiego
el verdor de sus valles y montes,
el calor de sus lindas playas y el azul de su bello cielo.
Siete islas y un sentimiento, siete islas y un solo pueblo,
En el corazón de sus gentes, Isas y folias,
sentimientos del canario, cantos de esta tierra mía
Al acorde de un timplillo, así expresamos la alegría.
de haber nacido en Canarias y de morir en ella un día.
Claudio Hdez. Reina