El jardín es tu lugar

Amor, mantengas el fuego del hogar.
La cuna que meces no estará vacía,
ya arrullaras al ser que tu quería.
Juntos haremos bellos este lugar.
Por tu dicha al cielo he de rogar,
te ofrendaré verso y melodía,
deseo tu felicidad, amada mía.
El tiempo ya no nos podrá castigar.
Borraremos las dudas y los temores,
de nosotros nacerán los primores,
te cubriré de alelíes y jazmines.
Sabremos de la aventura de volar,
denme ventura mi lucero polar
y déjame anidarte en los jardines.
Autor: Alcibíades Noceda Medina