No lo hago frecuentemente
pero, a veces, pienso en la muerte
y en lo vacío de mi vida,
en el dolor de mi herida
y en lo aciago de mi suerte.
A veces, no puedo menos
que voltear la vista atrás
y contemplar, dolorido,
todo ese tiempo perdido
que no volverá jamás.
Lo inútil de mis lamentos
y de mis remordimientos,
pues todos esos momentos
que hube desperdiciado
son sólo tiempo pasado
y dolor en mis sentimientos.
A veces, miro de frente
y es obscuro mi horizonte;
no puedo apartar mi mente
de la actitud indolente
con la que enfrenté la vida,
y el pasado es como un monte.
A veces, pienso en la muerte
y me inquieta mi futuro.
¿Qué cuentas voy a rendir?
¿Qué cosa puedo decir
de este inútil existir?
Un túnel largo y obscuro.-
Eduardo Ritter Bonilla.
4 de Julio del 2006.