Me pareció buena la idea
de tener una aventura,
pero ahora me está ahogando
esa espina de la duda.
Ya no se lo que me pasa,
ya no se si es que te amo,
me consuela el tenerte
aunque sea poco tiempo
descansando en mi regazo.
Te me estás clavando hondo,
hasta el alma, hasta los huesos,
pues cada dia yo necesito
mucho más de esos tus besos.
Tu recuerdo se me agolpa
cada noche en mi cabeza,
y quiero salir corriendo,
a buscarte, entre la niebla.
Si, me dueles, reconozco,
pero ansío de esas tus manos,
las caricias que me entregas,
los abrazos que te pido.
Pero lo que más me duele,
es esta loca conciencia,
que a cada instante recuerda,
que para mi eres prohibido,
y la angustia que provoca,
cuando te vas de mi nido.