Esta canción de extremo, ¡Al precipicio!
donde lágrimas
atascadas de letras y recuerdos,
se vuelven espumas de insomnio,
Cuando el sol es el alba
Y el viento el suspiro de la mañana. Al andar al olvido, el bosque y la corteza de los árboles, como buhos cristalinos, que labran el lecho rocoso del río-
Son de incandescentes llantos,
en las horas donde la resignación
hechas con aguja e hilo,
suturan el grito de un latido-
Para hizar la señal de humo,
cuando al soplar tu pensar que añoro,
navégue mi sombra entre la niebla- Perdido, en la montaña salubre de tu sueño Y la luna llora en la madrugada Mi pena dentro de mil tristezas tan nocturnos y dormidos, Son lágrimas del pensamiento que impactan junto al abismo.