Gnomos y duendes.

Su atardecer me dice que llegó el momento
de abandonar el triste pasear de mis días,
con un boleto de ida y el profundo intento
de volver cuando se sienta aún perdida.
Y tendré mi rostro surcado por estrellas
brillos candentes de soledades nuevas,
veré la noche cual la eternidad mas bella
rodeada de gnomos y duendes de seda.
Pero el tiempo pasa y sus vanas consecuencias
en mí producen la mas dolorosa agonía,
de esperarte años de dolores y ausencias
para saber que hoy mueres en mi melancolía.