Yo soy el amor que ayer…
en pasos cortos llegó hasta tu lado,
tan pronto estuve en ti, te he besado
la mejilla suave de tu semblante.
Yo soy el alma que ayer…
en cielo abierto te ha llorado,
le cambió el llanto el corazón,
pero te siento y te he soñado.
Yo soy papel que fuera alma
para tu enseñanza y mi quietud,
yo soy madera, que de tu calma
se vuelve sangre sobre la cruz.
Yo soy, tan solo un hombre
que está triste de verte triste,
soy un débil hombre que desde que te fuiste
trata de ser fuerte sonriendo a tu nombre.
¡Yo soy el amor que ayer…
fuera el mar que como un gran abrazo,
te de a mojar tus ojos, y con honda pena
y gran consuelo… en la frente, te de un beso!
¡El dolor humano, es la sangre de mi pecho!
Salutación al sufrimiento humano.
EstertoR de AmoR
Abril - 2007