Decidí por voluntad
que yo debía ser feliz;
añoraba mi sonrisa,
la vida sin tanta prisa
cuando había felicidad.
No recuerdo en que momento
se convirtió en un lamento
mi monótono penar,
cuando tristeza vivía
olvidándome de amar.
Pero en amor hacia mí,
de aceptarme con orgullo
y no encerrarme en capullo
sin ganas de convivir.
Ahora, me he enamorado
de la mujer del espejo,
de sus ojos, de su pelo,
de las líneas que en su rostro
muestran el tiempo pasado.
Orgullo de ser quien soy!
de todo lo que he vivido,
pues aunque no haya querido
me han hecho ser la que soy.
No quiero vivir de nuevo
tristezas, ni decepciones,
ahora, depende de mí
manejar mis emociones
y controlar mis pasiones.
Hoy, quiero vivir feliz!
Danny08
12/09/2009
Nunca habÃa leeido algo que me calara tan hondo el alma,escribes muy bello,además me identifico mucho con tu poema SIGE ASI!!!!!!!!!!!!!!!!!!