Vi que murió tu amor enardecido
como murió tu alma pasional
ni tu querer aún tiene aquel sentido
que antes tenía tu amor angelical.
Eres la flor, que yace en el rosal,
toda marchita, sin hojas ni color,
muy angustiada por falta de un amor
y abandonada del amor pasional.
Hoy te resientes con tu alma ya vencida
sin tus aromas, y muy tambaleante,
siempre entregada en brazos de cualquiera,
porque dejaste por mi de ser querida,
y has de olvidar que tu fuiste mi amante
y que por mi alma, la tuya desespera.
El poeta
desconocido.
16/5/013