Te miraba a la distancia,
buscabas el brillo de tus miradas,
tras los cristales,
que atrapaban la neblina,
el frio de afuera,
cuando una que otra gotera,
se escapaba furtiva,
en veloz marcha,
para no disfigurar,
esa mirada que buscaba el brillo,
de sus pupilas
alla en la lontananza,
que cambiaba cada segundo,
cuando cada vez mas cerca
de casa estabamos.
Tu sentada,
y yo casi dormitando de pie,
imaginaba la causa de tu pena,
la causa de tu tristeza
que traspaba el aire,
que nos rodeaba,
y que me parecÃa,
buscar auxilio,
en alguien,
pero estabas sola,
nadie sabÃa de ti,
hasta que te dormiste,
y yo llegue a destino.