Y en la noche reencuentro
mi perdido sentido,
puesto quel dia no trae ninguna
meta en su trayecto,
ahora solo soy un vagabundo
en tierra de nadie
y entre parques y centrocomerciales,
mendigo un simple beso,
permanezco culto, siendo
amante de la vacia soledad
quien es mi compañera,
mi trapo de lagrimas.
Las flores y las estrellas pelean
por ser tu simil,
mientras me atemoriza que descubras,
el valor de tu estar
y la gracia de tu haber,
conmigo solo es caridad
ya que no puedo costear
un alto precio,
por una joya tallada
por manos de angeles
y sostenida en pedestal
de arcoiris.
Veo el pasado a los ojos y unicamente
existe mi sombra,
hoy en el cielo una figura
representada por nubes blancas
y a dispensas de una
inesperada aurora boreal
pero en secreto me asocie
con el dueño del tiempo,
permitiendome
alargar los segundos,
con el proposito de venerar
la celestial obra.
Por una estrecha rendija.
vi el dia vestirse de gris,
acompañado de un espeluznante
silencio funebre,
el dia no fue bien
y sentado aguardo
el anhelado regreso
de una cenicienta en auxilio
del desfalleciminto del ritmo
entre amarguras,
y el letargo de la agonia
parece guemir.
cristopher antonio moraga
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31/03/10