Quiero oír, el bramido, de tus ritos
Besarte, hasta!. me digas, más!
En tu cuerpo!.. No hayas bebido!.. La armonía del fragor ni albedrio!..Desarmarte del principio hasta el final!.
Desbordar, la intuición de tu bravura..
Extasiarte, en la más bella comunión!.. Mis líneas desbaratan su premura..
Con perfume, de perpetua reflexión!..
Solo toque tu piel y el sol que alumbra!. Volviéndome hacia ti y comprobar..
Que la tierra y el cielo en ti se fundan!..Que lo alegre, no es tan solo vanidad…
Sos mi hombre!.. Que la vida no perturbe!..Tu misterio, tu pasión, tu libertad…
Hoy me entrego a tu sol, también tu cumbre!..
A ese sello, tu volcán!.. Dispuesto a amar!.. Produciéndome, pasión!.Es la costumbre!..
Efusivos canticos, que en mi comulgan, presintiendo una señal de identidad!…
Fundirnos en la sombra del delirio!..
Consumiéndonos en uno!.. Hallando de los sueños!.. Esa paz!..
María Verónica García