La noche me sorprendió escribiendo,
me sorprendió llena de tristeza,
los días se me habían escurrido,
esperando verte llegar,
siento mis lagrimas caer por mis mejillas,
porque se que no vendrás,
te extraño, nada es igual.
Las rosas ya florecieron,
sus espinas perforaron mi corazón,
me embriague con el aroma de los azahares,
con el color de las glicinas,
llore pronunciando tu nombre
Deseo aprisionar tu cuerpo sobre el mío,
y convertirnos en uno solo,
que me vuelvas a acariciar,
y sentir latir mi corazón acelerado,
que pausadamente me beses,
quiero dejar de soñar,
porque soñar me hace mucho daño.
Necesito de todo tu ser para seguir viviendo