Contigo en la ribera.

Vente cariño mío
vamos a la ribera
donde la primavera
empieza a florecer.
Y las aguas del río
las hojas descendientes
verán casi vivientes
como alma de mujer.
Y tú paloma mía,
bonita y deseosa
como lozana rosa
mi amor has de adornar.
De aromas y armonía
mientras los ruiseñores
al ver nuestros amores
comienzan a cantar.
Bella y cautivadora
mimosa en mi regazo
dulcemente te abrazo
y escucho en ti latir.
Tu corazón me adora
y el río sonriente
como escondida fuente
escucha tu gemir.
Las flores veo plasmadas
en esos labios rojos
y tus plácidos ojos
me miran con dulzor.
Y veo en mi colmadas
las puras ilusiones
do fragantes pasiones
devoran nuestro amor.
Cuan bello y exquisito
noto tu amor ferviente
delicioso y creciente
en ti linda mujer.
Y este amor infinito
que eterno te daría
nuestra alma llenaría
del más tierno placer.
Y solos y apartados
el prado florecido
construirá nuestro nido
con flores más de mil.
Y ambos enamorados
de amores deseosos
mil besos deleitosos
tendrás mi flor de Abril.
El bardo solitario.