Volví a soñar
Soñé que a la tierra que me había
Prometido mi español caballero
Había yo arribado y es curioso
Con todo lo que vi quedé
¡maravillada, encantada!
Aterricé en un bellísimo aeropuerto de
Enormes corredores y grandísimas salas
Tiendas de duty free por doquier
¡qué ganas de ver recuerdos,
algunos decían Madrid!
Otros decían Barajas;
En fin, salí a la calle admirada,
Recorrí una amplia avenida muy maja
Adornados sus camellones y glorietas
Con muchas plantas, flores y unas estatuas
En un auto gris llegó hacia mí el tan mentado
Caballero de mis relatos, un auto gris plata, sí.
Conocí una glorieta que tiene una puerta
Con tres arcos, me dijo: mira, se llama
La "Puerta de Alcalá"
Más también paseando vimos otra; pregunté
¿ésa cuál es? ¡Ah!, esa es la Puerta de Toledo,
dijo mi caballero y por motivos extraños,
desconocido como era él para mí, acercose
y me abrazó muy ligero, y, además, me
dijo el tan esperado, "te quiero"
Arribamos a un hotel muy lindo del mismo
Nombre o parecido, ahí nos hospedaremos
Dijo quedo. Al amor me aprestaba en todas
sus facetas, sentí su mano guiándome hasta
la habitación... ¡¡¡Qué emoción!!!
¡Me enseñaría a amar a la manera de un español!
Mi sueño estaba llegando por fin;
mi ilusión vería realizada
se convertiría en verdad aquello por mí tan ansiado:
el amor sincero de mi español caballero
De pronto como suele pasar en los sueños, él se esfumó
pero me queda del sueño esto: haber conocido el gran
aeropuerto, conocí a Madrid, a la Puerta de Alcalá
y a ¡La Puerta de Toledo! El amor quedó atrás
pero ha sido de lo perdido, uno de mis más
hermosos sueños que supera la realidad
¡Fue un sueño tan real, tan vívido, tan genial!
¿Qué le pido a mi esfumado español caballero?
Si él se ha desaparecido del escenario de mi vida,
ahí soñando con Madrid pude darme cuenta
Que a España, majos, no le hacen falta,
por el contrario ¡¡qué majos tan majos!!
Y yo, llorando por un solo caballero
Lara Elra Cira
Con cariño y respeto
a esa tierra querida