Si tuviera que partir hoy de este mundo me llevaría:
la sonrisa de mis nietos, los rostros de mis hijas: Isel leyendo a Gabriela Mistral, Ma.José , acariciando su gata.
También la imagen de Marcos mi compañero, sentado ante un asado de cordero y un vaso de vino tinto.
Una librería exhibiendo un libro de Isel Bolaños.
El ronrroneo de mi gata Kira, los ladridos de Asterix, Turquesa y Diamante.
La imagen de mi jardín al atardecer y la cordillera nevada de fondo.
Y el recuerdo de los que se fueron: Mi madre enfermera cuidando a sus niños pacientes, mi padre manejando su auto nuevo y el más grande de todos, mi abuelo, disfrutando una pelea de Muhamed Alí, también mi abuela, escuchando a Violeta Parra.
El ruido del mar en la playa Lechagua.
El aroma de mis violetas y el brillo de la luna llena sobre los cerros de Machalí.
Tengo tanto que llevarme… y cuando llegué no traía nada. Nada.
Isel Bolaños
20.01.2008