Soy un pájaro de paso
que vuelo y vuelo y no se para,
sobrevuelo tú casa mi adorada
limpia como espejo de plata.
Veo frescor en el jardín
con seis flores coloradas,
y la hora amable
de frescuras y mares de carmín.
La casa se difumina
por la sombra de la tarde
te veo a tí dentro ,alta, soñadora,
diáfana, gràcil tu florido talle.
Se va la tarde muriendo
del domingo, no sé de que mal,
un mal dulce que se come
la añoranza de tu PIEL.
Horas de fuego van detrás
delante las velas de la noche
mi camino va volando
estrellas teje sobre tu nombre.
Dejo el índice del camino
a eso de las ocho en punto,
el día se murió en mí
sólo resucito al verte a tí.
Lanzo al olvido muchas cosas,
horas de sol y de angustia,
pero guardo en mi corazón
tus seis capullos de rosas.
Las rosas que me dió el día
luz esbelta allí plantada
vislumbré la añoranza
de tí y de tu PIEL LISA.
carmina 22/5/2007