Es temprano hasta para ser el final
de nuestra historia, es tarde clamándote
por mas tiempo, tal vez esperándote
quedó continuidad de fiesta nupcial.
Es ahora que el pensamiento no entiende,
qué, aun teniendo tantas sed insaciables
y un millón de besos tan deseables,
una barreda entre los dos desciende.
Para traer un recuerdo a la memoria
para darle un espacio al sufrimiento,
mírame y, besémonos por última vez.
Tu no sabrás el final de mi historia,
tampoco yo de tu ultimo sentimiento,
solo espero que seas feliz en tu vejez.
Autor: Alcibíades Noceda Medina