Se perdió la sonrisa de niño
el niño perdió su sonrisa
se troncho la niñez inmaculada
en alguna cornisa quedo colgada
La pregunta inocente quedo muda
su pensar transparente fue nada
¿Y su silencio
significa pensar o no es nada?
Quedan lejos sus bracitos
tendidos pidiendo amor
y el decirme
Papa, hasta mañana.
¡que cansado volvistes
Martin, tras cinco jornadas.
¿Qué escalada fallastes en aquella tirada?
¿eres consciente de perder los amigos?
ocho años jugando fueron nada.
Algo pasa detrás de tu mirada, que ni sabes
solo una foto de curso, una orlada
y tras la foto de grupo, ni un adiós
a la hinchada que fue tu vida pasada.
Levanta la vista, que tras la puesta de sol
viene otra jornada, otra vida dorada.
Quizas no con Pepe, quizás algo manchada
por tropiezos, zancadillas, resbalones.
Levanta, te ayudo.
Gracias, de nada
Luis, junio 1997