La suavidad de tu boca en la mía
tiene el sabor de la miel para mi alma.
El fuego vibrante de tu caricia
como seda tibia resbala por mis senos,
Para luego ir recorriendo toda mi anatomía.
Llega la pasión que pides tanto.
Cuando pruebas el néctar de mis besos.
Una melodía lenta en mi corazón, tu piel en mi despertara,
se desbordara en mi, con la fuerza de un río,
te arrulla mi gemido de placer cuando comienza
el éxtasis que nunca de mi te apartara.
Una perfecta melodía, sacude mi espalda el toque de tu abrazo
y cuando el peso de tu cuerpo, se desliza por mis muslos,
se que moriré de amor y placer, despacio.
Nuestros corazones se irán mezclando en un abrazo
y la tortura de esta pasión llega dulcemente, cuando te acaricio.
El movimiento de nuestro ritmo es perfecto,
como las alas de dos palomas al unísono en su vuelo,
cuando nos llenamos de éxtasis, y llegamos al cielo.
Como melodía lenta, muy lenta.
AlmatristeLV
5/8/2010