Amor mío dime, acaso no sientes el ardor, el ardor de mis besos
cuando lento bajo, por tu cuello, me detengo muy cerca tu oído
y te digo en un susurro, soy como el viento, que besa tus cabellos
como el agua, que se desliza por tu cuerpo, acariciándote toda.
Dime amor aquí, frente a mi bella mar, unidos tan solo
por nuestra piel, no sientes el fluir de vida
de dos amantes, en éxtasis de amor, y el amor
de nuestros cuerpos, viaja a través de las aguas
con murmullos de amor, que al tocar otros cuerpos
inyectamos ese bello fluir, de amor y pasión.
No, no, no digas que no, ríndete
a mí locura ven, ven a mis brazos
déjate seducir por el amor, amor
que somos tú y yo.
Tan solo para ti.
Por
Jorge Tavárez
Puerto Rico/Usa