Mi adolescencia (autobiografía).

Mi adolescencia murió antes de que naciera
entre ruidos de fusiles y pérdidas irreparables
de cada una de ellas pensé algún día pudiera
revivir en sus corazones y sentirlos palpitables.
Mi adolescencia fue el infierno entre las calles
de batallas inútiles y arengas sin sentido
con las luchas inmersas en guerras urbanas
y en el sentir del "Che" en cada estallido.
Mi adolescencia creyó en la revolución de las ideas
en las frases armadas por líderes suburbanos
con la admiración en los pocos valores que les quedan
y la mirada puesta en el valor de mis hermanos.
Mi adolescencia precedió a una juventud perdida
entre marchas y discordias ajenas a mis oídos
y en cada repiquetear, mi sangre y las heridas
que aún me llevan a recordar en mis olvidos.
Mi adolescencia fue la pasión por una mujer hermosa
de ojos verdes inmensos y amor en su mirada
cual el destello eterno que brindan aquellas cosas
que mueren y nacen en cada flor recien plantada.
Mi adolescencia se parece a la de otros que murieron
por una causa fiel a la época que nos distaba
entre los pensamientos de aquellos que fueron
el terror de nuestras calles cada vez que gatillaban.
Y ya que el pasado me llega a cuentagotas
las lágrimas sirven al hombre en su guarida
para saber que aún es humano y todavía le brota
la pasión por la lucha en la mitad de su vida.