Por valles,montañas y desiertos
Va montado a su caballo que va a trote lento,
Esté caballero vestido de poncho y sombrero;
Tiene Alma de gitano,corazón sereno,
Mirada tranquila,manos de pirquinero.
Los días comienzam para él muy de madrugada
Cuando aún las sombras cubren los montes con su espeso silencio.
Lo sigue nuy de cerca,boby su perro ovejero,
El cual lo mira como si fuera otro arriero.
El rebaño está tranquilo,está todo quieto,
Como si nada pasara en estos senderos.
¡El clima hoy es bueno!
No hay esponjas de lana cubriendo el cielo;
Promete ser día caluroso,
Le espera mojado día a mí pañuelo,
Entre dientes habla con si mismo
Esté don quijote moderno.
Ya el estómago como un reloj puntual
Te ha comenzado a gritar,
Que sin combustible,
No aguantará tú robusto cuerpo.
Ls claridad se comienza a disipar
Y el frío como un cuchillo penetra la piel,
Que se sacude sin poderla contener. Retomando el rumbo a su apocento,
Los árboles se reverencian
Al oír a Niebla su caballo, Que a trote seguro parese un guerrero.
Miles de ojos centellantes en una cara infinita le niran
Al ingresar al santuario que noche a noche le iluminan.
El cansancio como una mortal enfermedad,
Lo tumba boca arriba sobre el lecho,
Y cansado se pone a pensar
Que no hay mejor vida,que la de un arriero.
La madrugada lo encuentra durmiendo
Y soñando con su fiel amigo el perro evejero;
Que tuvo una jornada cansada y mucho esmero
Y sabe esté hombre conocedor de todos los terrenos,
Que al abrir los ojos al nuevo día
Lo espera,el campo,el monte y el silencio