Has cavado en mi un dolor,
que profundo se ha creado,
no mediste ya tal causa,
de lo que malamente has dañado.
Conseguiste que cayera
en un abismo sin salida,
hoy no puedo detenerme,
a seguir mi nueva vida.
Me enseñaste a quererte
y a vivir sin soledad,
a tus brazos me arrojaste,
sin sentir adversidad.
En un cielo me envolviste,
cuyo azul resplandeció,
sensaciones que nacieron,
y un amor se engrandeció.
No creía y al final te observé
temeroso estaba de creer,
que por un simple desaire,
a otros bazos te entregué.
Más no sé si aún dolerme,
o gozar mi decisión,
pues de todos mi errores
fuiste para mí el peor.
Más todo esto ya pasó
y no sé si sentir compasión,
hiciste ver en mi tal suerte,
que no esperes de mi admiración.
Me hiciste conocerte
y perdí toda ilusión,
el cielo que en mi creaste,
te lo doy sin condición.