Sin eufemismos
transitando la vereda
opuesta de un descarado
cepúsculo.
El lamento mordaz
de la horda vulgar
llena de hipocresías
y besos alienados,
una poca de ambición
en los cielos
de mis ausencias
y el recorrer tenue
y prolijo, de varias
calles de mis sueños.
Un parpadear, desnuda
la inescrupulosa
variente de un
te quiero,
y el sonido del
ángel, presto a
quedarse inmune
ante tanta
codicia,
y tu estrella
en mi corazón de
ermitaño, cubierta
de oscuras nubes
y denodados presagios,
sin eufemismos,
como me gusta
transcurrir la vida.
Nunca habÃa leeido algo que me calara tan hondo el alma,escribes muy bello,además me identifico mucho con tu poema SIGE ASI!!!!!!!!!!!!!!!!!!