Visualizo en penumbras
tus brazos entrelazados con otros
que no son los míos,
y aunque la tristeza me abruma
no te guardo rencor
y es mi martirio.
Es otra la piel que guarda tu aliento
son otros encantos los que te embrujan
son otros labios que entregan el beso
y suavemente tu espalda dibujan.
Quisiera odiarte, si como quisiera
tragarme este nudo que causa tu engaño,
tu fácil aventura es mi miseria,
¡cómo has podido hacerme tanto daño!.
Un nuevo crepúsculo devora el rayo de sol,
y es otro el amor que ocupa mi espacio,
sé que volverás invocando Perdón,
y yo te enmendare como a un mal paso.
No quiero saber que me seduces
luego de estar con otra
quiero encender las luces
evitando la mentira piadosa.
Déjame florecer bajo el alero
de quien me aquilate con pasión,
no quiero tus migajas ¡traicionero!
revuélcate en tu perdición.
Tendrás que vivir el desengaño,
recibido en puñalada cruel,
sólo así comprenderás lo que has logrado
en mi existencia con tu desdén.