El mundo tiene una sola esquina,
a veces esta de día,
a veces esta de noche.
Caminaba hacia ella desorientado,
cuando me encontré con un hombre
treméndamente humilde,
que me contaba
que tenía muchos hijos,muchos...
y ninguno creía en ÉL.
Me dio tanta pena,
que estuve largo tiempo,
con un halo de melancolía en mi pecho.
El mundo tiene una sola esquina,
y ahí esta todo
el cielo, la tierra,y el mar,
que forman la eterna primavera.
Así,como en un maravilloso día de sol,
nuevamente me encontré,
con el humilde hombre,
en la única esquina.
Lo ví más feliz
y mientras me contaba,
que uno de sus hijos
creía en ÉL.
Eso me hizo inménsamente feliz
y ya no sentía tristeza en mi corazón...