Y no entendió el mensaje,
ni siquiera se enteró,
y otra ave que pasaba
sola se confundió.
Pero nada tiene que ver.
La princesa de mi cuento,
no sabe que el mundo la ve.
La otra que no es princesa,
se cree que el mundo está a sus pies,
a mí me da pereza
explicarle a ella también,
que no me gasto en nombrarla
ni recordarla tal vez...
Se creyó ser cenicienta,
algo tendrá que ver,
en este juego de la vida,
no sé si pueda irle bien.
Princesa no princesa,
ya eres mayor de edad,
y le lavas la cabeza
a los débiles de pensamiento,
esos que creen ser los únicos
reyes del universo.
Esta de quien les hablo
es princesa sin reinado.
Elsa Fariña
28/03/05