De repente, te apareces
así como si nada, de una nube
profunda en mis cielos de tristeza,así,
de repente, me imaginas como era cuando
no te conocía y me describes con la
segura perfección, con el sentido intacto y las
heridas a flor de piel.
De repente, estás envuelta en las adyacencias
del pasado y en la gloria de ese futuro tan
soñado y vertido en bohemias de alcohol y humos
enrarecidos en nuestro parque, de verdes y colores.
De repente y aún cuando no marchita, me devuelves
en miradas los gestos de aquella flor, que aún ajada, vive, en un libro de permanente lectura y amarillas sus hojas, me recuerdan el pasear de tus ojos.
De repente y con las mismas insinuaciones, te apareces, corpórea y sedienta de vivencias, pero vacía de amor, entonces te recuerdo el dolor que me dejaste, en la humillación mas parecida a la melancolía que conozco...no me busques, la eternidad del amor existe, cuando el pensamiento del corazón atraviesa los umbrales de la muerte.